¿Qué pasará en nuestras ciudades en los próximos 30 años? La arquitectura tiene que evolucionar, ser sustentable ya no es suficiente.
¿Qué pasará en nuestras ciudades en los próximos 30 años? Muy probablemente un aumento significativo en la temperatura, en el nivel del mar, fenómenos de inundaciones y sequías, así como una mala calidad del aire que respiramos. La migración a las ciudades impacta directamente el crecimiento poblacional y la demanda por la infraestructura y servicios urbanos. Este desarrollo acelerado tiene repercusiones medioambientales severas en nuestras ciudades, es por eso que la arquitectura tiene que evolucionar, ser sustentable ya no es suficiente.
La arquitectura regenerativa, como su nombre lo dice, no sólo mitiga el daño ocasionado por la construcción, lo repara regenerando el entorno en el que se encuentra. Este tipo de proyectos rebasan los límites de lo estático y tienen una verdadera conexión con la naturaleza. El regenerativismo no se olvida del usuario; al contrario, genera, limpia, reutiliza y brinda recursos para que puedan ser aprovechados de manera consciente. Los proyectos regenerativos generalmente se desarrollan en las escalas urbanas y de conjunto. Sin embargo, es importante entender la necesidad de estos proyectos en escalas más pequeñas, como en el espacio público, la escala comercial y sobre todo en uso habitacional.
Los proyectos de éste tipo enaltecen el sitio en cual se diseñan, respetando y protegiendo el paisaje endémico y aprovechando al máximo los recursos disponibles, sin agotarlos. Los recorridos, las vistas, los remates y la experiencia están en comunión con la naturaleza es algo que caracteriza a estas construcciones, sin duda se piensa en todos los detalles. Por otro lado, se buscan estrategias pasivas y bioclimáticas para mantener un confort térmico sin necesidad de dispositivos eléctricos o digitales. El aprovechamiento del agua, su limpieza mediante filtros biológicos, su infiltración y la reutilización es fundamental; así como la generación de energía por fuentes renovables para que funcione como un sistema regenerativo.
El futuro de nuestra ciudad nos invitaba a pensar en soluciones que mitigarán el impacto de nuestro habitar, ya cruzamos esa línea y ahora se nos exige urgentemente contribuir a revertir el daño que hemos causado . Se debe cambiar el paradigma sobre una arquitectura que devasta y arrasa con el ambiente, por otra que pueda existir en alianza con su entorno. El cambio climático y sus repercusiones requieren de soluciones más contundentes, no solo que sean sustentables, sino que regeneren el sitio en el que se proyecten.
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